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viernes, 16 de julio de 2021

Comentario al Evangelio – Domingo XVI del T. O. (domingo 18 de julio) por Mons. João S. Clá Dias, EP

 

[…] IV –Jesús nos gobierna con dulzura

33 Muchos los vieron partir y reconocieron que eran ellos. Saliendo de todas las ciudades, corrieron y llegaron junto a ellos.

No sabemos si, debido al viento, el barco habrá dado vueltas en sentido contrario, o si decidieron retrasar el desplazamiento por el hecho que la conversación había sido atrayente. Lo cierto es que un gran público los precedió en aquella distancia de 12 quilómetros (12). Hombres, mujeres, niños –varios de ellos enfermos- cruzaron el río Jordán en un verdadero testimonio de fe y de devoción a Jesús. “Así también, nosotros no debemos esperar que Cristo nos llame, sino que debemos anticiparnos para llegar hasta Él, conforme comenta Teófilo (13).

Para nosotros, este pasaje es un excelente incentivo e invitación para que procuremos una convivencia más intensa y prolongada con nuestro Salvador. ¿Cuánto tiempo no nos ha estado esperando, bajo las Sagradas Especies, en los tabernáculos de todas las iglesias?

Ovejas sin pastor – compasión de Jesús

34 Al desembarcar, Jesús vio una multitud numerosa y tuvo compasión, porque eran como ovejas sin pastor. Entonces comenzó a enseñarles muchas cosas.

La primera Lectura de este 16° Domingo del Tiempo Ordinario nos trae esta Lamentación de Jeremías: ““¡Ay de los pastores que permiten que el pequeño rebaño de mi pradera se pierda y se disperse!” (…) Recogeré lo que quede de mis ovejas (...) y las llevaré a las pasturas donde se multiplicarán” (23, 1-3). Son los gemidos del propio Dios frente a sus almas fieles en situación de abandono.

También Exequiel, por inspiración divina, condena dura y severamente en su capítulo 34 a los malos pastores de Israel y anuncia que Dios enviará a sus ovejas un Buen Pastor, y éste “será príncipe en medio de ellas” (v. 24). De hecho, Él aquí es contemplado en el versículo que estamos comentando.

Dios demostró verdadero amor divino al crear la función de pastor entre los hombres, pues deseaba servirse de ella para simbolizar mejor su insuperable celo por todos nosotros. No sin razón, envió a sus Ángeles para invitar a los pastores de la región de Belén a ser los primeros en adorarlo en el pesebre. Y Él se presenta como el Pastor Perfecto, pues es aquel que da la vida por sus ovejas (Cf. Juan 10, 11), según lo comenta maravillosamente San Gregorio Magno en su Homilía n° 14.

Al descender de la barca, Jesús se compadece de aquellas ovejas sin pastor y comienza a enseñarles. Sin embargo, no los instruyó, apenas con palabras. ¡Mucho más! Sobre todo si tomamos en cuenta su cuidado por la alimentación de toda aquella multitud, tal como se manifestará en el milagro de la multiplicación de los panes y los peces, narrado en los versículos siguientes. Jesús comunicaba su gracia, su vida, su amor. ¡Cuán inefable debería ser el desvelo de Él al enseñar a sus ovejas pues, más que dar la vida por ellas, deseaba ser la propia vida de ellas! Él vive en cada una de las ovejas que dejan pasar su gracia y siempre está dispuesto a ayudarlas y ofrecerles los Sacramentos.

El gobierno pastoral

En este mismo versículo, Jesús se torna excelente ejemplo para todo tipo de gobierno, sea familiar, sea civil o eclesiástico. De este último, de manera especial, por la forma toda paternal –casi se podría decir “maternal”- con que debe ser ejercido: con enorme dulzura y suavidad, gran empeño y dedicación.

Por eso, el gobierno eclesiástico es llamado “pastoral”, sus documentos denominados “pastorales”, etc.

Bellísimas son las palabras de San Pedro a este respecto: “Apacentad el rebaño de Dios que os he confiado tened cuidado de él, no a la fuerza, sino de buena voluntad, según Dios; no por amor de lucro vil, sino por dedicación; no como tiranos de aquellos que os fueron confiados, sino haciéndoos modelo del rebaño. Cuando el Príncipe de los Pastores aparezca, recibiréis la corona de gloria que jamás se marchitará” (1 Pd 5, 2-4).

12) Cf. Pe. Andrés Fernández Truyols SJ, Vida de Nuestro Señor Jesucristo, BAC, Madrid, 1956, v. III, p. 335.

13) Apud Santo Tomás de Aquino, Catena Aurea, in Mc.

Fuente: “O inédito sobre os Evangelhos” de autoria do Mons.João Scognamiglio Clá Dias, EP

[Monseñor João Scognamiglio Clá Dias, EP es fundador de los Heraldos del Evangelio]

Se autoriza su publicación citando la fuente.

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