[…] Signo de contradicción, para que se revelen los secretos
de los corazones.
34b “Este Niño va a ser causa tanto de caída como de elevación
de muchos en Israel. Él será un signo de contradicción”.
En el primer libro de sus homilías, San Beda, el
Venerable, así dice: "Con alegría se escuchan estas palabras, que expresan
que el Señor estaba destinado a lograr la resurrección universal, de acuerdo
con lo que Él mismo dijo: ‘Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí,
aunque esté muerto, vivirá’ (Juan 11, 25). Pero qué terribles suenan aquellas
palabras: ‘¡Este Niño va a ser causa tanto de caída como de elevación!’