[…] El testimonio de San Juan.
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Jesús realizó otras muchas señales delante de los discípulos, que no están
escritas en este libro. 31 Pero éstas fueron escritas para que crean que Jesús
es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que, creyendo tengan la vida en su
nombre.
San Juan escribió su Evangelio, que es el
último, al final del primer siglo, muchos años después de concluidos los otros
tres. Diríase que no era necesario redactarlo, porque la historia de Jesús ya
estaba contada en los sinópticos. Sin embargo, el Discípulo Amado tenía bajo su
responsabilidad a las comunidades cristianas de Asia Menor, nacidas bajo el
influjo del apostolado de San Pablo, y compuso el cuarto Evangelio con el
objetivo de proteger a los fieles de las herejías que comenzaban a propagarse
en aquella época, provocando confusión sobre Jesucristo.