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| La Santísima Virgen es visitada por el Espíritu Santo |
El amor íntegro debe ser la causa del
bien total
Practicar el bien exige cumplir los Mandamientos de la Ley de Dios, sin admitir ninguna concesión al mal. Ahora bien, la condición para observar los preceptos divinos es la caridad. ¿Cómo alcanzar, entonces, este amor íntegro y sin mancha que nos conduce al bien total?
Pidamos a María Santísima la venida de
su Divino Esposo
La Liturgia del
Domingo VI de Pascua, insistiendo en la necesidad del amor para el cumplimiento
de la Ley, nos invita para que estemos siempre abiertos a las inspiraciones del
Defensor y, en consecuencia, seremos más mansos y bondadosos, enteramente
flexibles y deseosos de hacer el bien a todos.
Además la Divina
Providencia, por misericordia, nos concede una incomparable Intercesora que jamás
se cansará de ayudarnos: “María es la puerta oriental desde donde sale el Sol
de Justicia, la puerta abierta al pecador por la misericordia […]. Ella será
abierta y no será cerrada. El pueblo se aproximará sin temor. Glorificando la
Madre del Señor, él lo adorará. Recurriendo a María Santísima y prestándole sus
homenajes, recogerá los frutos del holocausto ofrecido por Jesús”. [1]
Pidamos a la divina
Esposa del Paráclito, Madre y Señora nuestra, que nos obtenga la gracia de la
venida cuanto antes de este Espíritu regenerador a nuestras almas, como suplica
la Santa Iglesia: Emitte Spiritum tuum et
creabuntur, et renovabis faciem terræ — Envía tu Espíritu y todo será
creado, y renovarás la faz de la Tierra (cf. Sl 103, 30). Por lo tanto, todo
está a nuestro alcance para que seamos lo que debemos ser, y así recibir el
premio inmerecido del convivio eterno con la Santísima Trinidad. ◊
[1] JOURDAIN,
Zéphyr-Clément. Somme des grandeurs de Marie. 2ª. ed. Paris: Hippolyte Walzer,
1900, t.I, p.694.
Fuente: Monseñor João
S. Clá Dias, EP in “Lo inédito sobre los Evangelios” Volumen I, Librería
Editrice Vaticana.
Monseñor João S. Clá Dias, EP es fundador de los Heraldos del Evangelio.
Se autoriza su
publicación citando la fuente.
Como siempre!! Las reflexiones de monseñor Clá sobre el Evangelio dominical son imprescindibles para acompañar la liturgia. Gracias.
ResponderEliminarHermosas reflexiones a tener en cuenta.
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