[…] Un ciego de Dios ignora el poder de Jesús.
A Bartimeo le faltaba uno de los elementos esenciales para enriquecerse, por esto cayó inevitablemente en la pobreza pasando a vivir de las limosnas. Para los ciegos de Dios, sin embargo, es posible hacer una fortuna; pero desde este punto de vista, es aún más lamentable: cuando sus ojos carnales se cierren definitivamente a la luz del día, los espirituales se abrirán inmediatamente, pero qué tarde será para ver la gran dimensión de su verdadera miseria en todo su horror. Y, ojalá no sea ese el momento de su desesperación.
Como vemos por el relato de Marcos, el ciego al saber que
por allí pasaría Jesús, se puso a gritar lleno de alegría y esperanza, porque
creía en el poder del Maestro de curarlo. Un ciego de Dios ignora por completo
este poder. Incluso el hecho de que, a lo largo de la historia, Jesús haya
iluminado a estos o aquellos pecadores, hasta los más empedernidos, llevándolos
a la conversión, no significa nada para las personas en las que la luz de la fe
se apagó. […]
Imitar la actitud de Bartimeo
Tengamos como seguro este principio: siempre que un ciego de
Dios abraza el camino de la conversión, "la multitud" intenta
disuadirlo de proseguir, haciendo todo lo posible para crearle obstáculos.
Desgraciadamente, a esa "multitud" de mundanos se asocia la multitud de sus propios pecados y pasiones, para hacerlo silenciar. También aquí es oportuno imitar la actitud de Bartimeo, es decir, no sólo no ceder a las presiones, sino por el contrario, redoblar en ardor, esperanza y deseos. De esta forma, no tardará en comprobar la realidad de la convicción del Apóstol: "Todo puedo en Aquel que me conforta" (Flp 4, 13).
"¡Señor, que yo vea!", debe ser el pedido de quien
esté inmerso en la tibieza y sobre todo de quien es ciego de Dios. Bartimeo no
pidió la fe, porque ya la poseía. Su ceguera era simplemente física.
Examinemos nuestras necesidades espirituales y pidamos todo
a Jesús. Sin dudar, aguardemos incluso el milagro, pues Él nos asegura:
"Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, yo lo haré" (Juan 14, 13).
La fe se va convirtiendo en el privilegio de minorías
El número de los que sufren de ceguera física, en el mundo,
es insignificante, en comparación con los ciegos espirituales. La ceguera de
corazón alcanza una cantidad alarmante de personas en nuestros días. La fe se
va convirtiendo en el privilegio de las minorías. Hay ciegos no sólo en los
caminos de la salvación, sino incluso en las vías de la piedad. Estos llevan
una vida pseudo tranquila, sumergidos en los peligros de la tibieza; cometen
faltas, pero consiguen muchas veces, a través de innumerables sofismas,
adormecer sus conciencias, no experimentando más los benéficos remordimientos.
Se confiesan por pura rutina, comulgan sin dar el debido valor a la sustancia
del Sacramento Eucarístico, rezan sin devoción...
Y, -¿quién diría? - hay ciegos entre los que abrazaron el
camino de la perfección, pero dejaron de aspirar a ella, contentándose con una
espiritualidad mediocre, escuálida e infructuosa. Ellos no hacen nada para
alcanzarla, buscándola donde ella nunca se encuentra.
Pureza de corazón
En fin, para no ser ciego de Dios, hay que ser puro de
corazón. Una de las principales causas de la ceguera de nuestros días es la
impureza. Nuestro Señor dice en el Sermón de la Montaña: "Bienaventurados
los puros de corazón, porque verán a Dios" (Mt 5, 8).
La humanidad necesita volver urgentemente a la Santísima Virgen. |
No se trata exclusivamente de la virtud de la castidad sino
también, mucho de la recta intención de nuestros deseos. Tanto una cuanto la
otra se hacen raras a cada nuevo día, en esta era de progresiva ceguera de
Dios…
Estas son algunas de las razones por las que la humanidad
necesita volver urgentemente a la Santísima Madre de Dios, presentando por
medio de Ella, al Divino Redentor, el mismo pedido de Bartimeo: "¡Señor,
que yo vea!" 🔸
Fuente: Mons. João Clá Dias, EP in “Lo inédito sobre los Evangelios” Vol. II, Editríce Vaticana.
[Monseñor João S. Clá Dias, EP es fundador de los Heraldos del Evangelio]
Se autoriza su publicación citando la fuente.
________________________
👉
Contactar con los Heraldos en:
➤ Email:
heraldos@heraldos.org.uy
➤
Whatsapp: https://bit.ly/33vPAzw
👉 Siga a
los Heraldos del Evangelio – Uruguay en:
➤
YouTube: https://www.youtube.com/heraldosdelevangeliouruguay
➤
Facebook: https://www.facebook.com/heraldosuruguay
➤
Instagram: https://www.instagram.com/heraldos_uruguay/
➤
Twitter: https://twitter.com/heraldos_uy
➤
Telegram: https://t.me/heraldosuy
➤
Website: http://heraldos.org.uy
➤
Soundcloud: https://soundcloud.com/heraldosuruguay
➤ Notas
e Informaciones en Youtube: https://bit.ly/3wpl5rt
No hay comentarios:
Publicar un comentario