[…] Conclusión.
Pálida ejemplificación de lo que veremos en el Cielo, como
fruto de los méritos de su Pasión, de los fulgores de su visión beatífica y de
la unión hipostática. Como objetivo inmediato, Él quiso fortalecer a sus
discípulos para que asumieran con heroísmo las tristes probaciones de su Pasión
y muerte, al margen de la manifestación de su divinidad. Sin embargo, no era
ajeno a sus divinos designios, consignar para la Historia cuales son las
verdaderas y reales alegrías reservadas a los justos post mortem.
Por el contrario, el demonio, el mundo y el pecado nos
prometen alegrías con aires de absoluto. No obstante, su fruición es casi
siempre fugaz y seguida de amargas frustraciones; y, además, al final de esta
vida seremos lanzados en el fuego eterno como castigo, si no hubo de nuestra
parte un verdadero arrepentimiento, propósito de enmienda y la obtención del
perdón de Dios.
La Transfiguración del Señor en el Monte Tabor |
En el Monte Tabor la voz del Padre proclama: “óiganlo”. Esta
recomendación se dirige sobretodo a nosotros, bautizados, pues somos hijos
adoptivos de Dios y, por lo tanto, ya pasamos por una inmensa transformación
cuando ascendamos al orden sobrenatural, dejando de ser exclusivamente puras
criaturas. Sin embargo, cuando entremos en el orden de la gloria, se dará otra
transformación, pues seremos como Él lo es ahora. Para llegar hasta allá,
invítanos Jesús a enfrentar las dificultades de los primeros pasos en el
camino de la virtud, sostenidos por mucha paz de alma y, finalmente, para
transfigurarnos en lo alto del Tabor eterno.
El Cielo por sí solo, es una enorme manifestación de la
bondad de Dios, un riquísimo tesoro de felicidad que Él nos promete y un
poderoso estímulo para aceptar con amor las cruces durante nuestra existencia
terrena. Confiemos en esa promesa basados en las garantías de la
Transfiguración del Señor y pidamos a la Madre de la Divina Gracia que
bondadosamente nos auxilie con los medios sobrenaturales para llegar ilesos,
decididos y seguros al buen puerto de la eternidad: el Cielo.
[12] Sêneca: Ep. 65.
(CLÁ DIAS EP, Mons. Joao Scognamiglio In: “Lo inédito sobre
los Evangelios” Vol. I, Librería Editríce Vaticana)
Texto completo: Comentário ao Evangelho – II domingo da Quaresma – Mt 17, 1-9 –Ano A
Texto completo: Comentário ao Evangelho – II domingo da Quaresma – Mt 17, 1-9 –Ano A