Jesús con la samaritana junto a la fuente |
[…] Conclusión –
La samaritana, a pesar
de no tener una vida de virtud y de ser una extranjera con todas las
implicaciones de la Ley, poseía un alma penetrada por una conmovedora
simplicidad, verdaderamente cándida. Un modo de ser humilde y desprendido. Respetuosa
de sus obligaciones y conocedora de los principios y tradiciones de su religión.
Su conversación elevada y sincera, como cuando manifestó cuanto creía en Jesús.
Estas cualidades atrajeron el amor del Redentor y lo hicieron ir en búsqueda de
la oveja perdida.
Por el contrario, en el caso de Nicodemus, él es quien toma la iniciativa de ir a la búsqueda del Maestro. Confiado en la ciencia farisaica, tuvo mayor dificultad en adherir al Señor. Además temía perder su posición social. Aun así, terminó defendiendo a Jesús en los momentos más difíciles, porque recibió muchas gracias en tal sentido, y correspondió a ellas.
Monseñor Joao S. Clá Dias, EP |
En resumen, roguemos de
modo especial en este domingo, a la Santísima Virgen para que nos obtenga de su
Divino Hijo el agua de la vida, haciendo fluir en nuestros corazones el líquido
precioso de la gracia que nos conduce a la morada eterna.
(CLÁ DIAS EP, Mons. Joao Scognamiglio In: “Lo inédito sobre los Evangelios” Vol. I, Librería Editrice Vaticana)
Texto completo: EVANGELHO III DOMINGO DA QUARESMA- ANO A - Jo 4, 5-15