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viernes, 4 de enero de 2019

Comentario al Evangelio de la Solemnidad de la Epifanía del Señor (domingo 6 de enero) por Monseñor Joao S. Clá Dias, EP*

[…] Lo adoraron, inspirados por el Espíritu Santo
Emociona esta descripción de Mateo: "hallaron al Niño con María, Su madre". Palabras proféticas, inspiradas por el Espíritu Santo, para dejar constando para los siglos que no se puede encontrar a Jesús sin María, y menos aún, María sin Jesús. La historia comprueba -y mucho más lo hará-, cuánto la devoción a la Madre conduce a la adoración del Hijo, y viceversa.
Mateo nos llama la atención sobre el lugar donde se encontraba el Niño: una casa, no una gruta. "Algunos autores antiguos -entre ellos San Justino- juzgaron que 'casa' era un eufemismo, en lugar de 'gruta'. San Jerónimo, en cambio, menciona varias veces la cueva y nunca habla del recuerdo ni de la presencia de los Magos en ella. No sería nada improbable que la palabra 'casa' tenga en Mateo su sentido real. Situada esta escena a la distancia de un año y medio del nacimiento de Cristo, no es de creer que la Sagrada Familia haya permanecido alojada en aquella cueva circunstancial; parece natural que ella haya habitado una modesta casa. Además, el versículo 22 sugiere que ella se había establecido en Belén".
Esta adoración prestada por los Reyes Magos comprueba una vez más la realidad de la acción del Espíritu Santo en sus almas, tal cual afirma Santo Tomás de Aquino: "Los Magos son las ‘primicias’ de los paganos que creen en Cristo. En ellos aparecieron, en una especie de presagio, la fe y la devoción de los paganos venidos a Cristo de lugares remotos. Por eso, siendo la fe y la devoción de los paganos exentos de error, por inspiración del Espíritu Santo, también se debe creer que los Magos, inspirados por el Espíritu Santo, se comportaron sabiamente al rendir homenaje a Cristo".
En cuanto a los regalos, ellos cumplen con ese gesto la profecía de Isaías: "Vendrán todos de Sabá, trayendo oro e incienso, y publicando las alabanzas del Señor. Todo el ganado menor de Cedar se reunirá junto a ti, los carneros de Nabaiot quedarán a tu disposición; los harán subir sobre mi altar para mi satisfacción, y para el honor de mi templo glorioso " (Is 60, 6-7).

"Al reconocerlo como rey, ofrecieron las primicias excelentes y preciosas del templo: el oro que guardaban; por entender que Él era de naturaleza divina y celestial, ofrecieron incienso perfumado, forma de oración verdadera, ofrecida como suave olor del Espíritu Santo; y en reconocimiento de que su naturaleza humana recibiría sepultura temporal, ofrecieron mirra ".
Regresaron por otro camino
Dios nunca deja de proteger a aquellos que le sirven con amor y fidelidad. Si los Magos hubieran regresado a Herodes, ellos mismos podrían haber precedido a los Inocentes en la muerte.
A todos nosotros, Dios nos hace regresar a la Patria "por otro camino", según nos enseña San Gregorio Magno. Desgraciadamente, dejamos el Paraíso Terrenal por el pecado de orgullo de nuestros primeros padres; más aún, nos alejamos de Él por el apego a las cosas de este mundo y debido a nuestros propios pecados. Dios, como buen Padre, nos ofrece el Paraíso Eterno; pero para entrar en él, el camino es opuesto al del orgullo y de la sensualidad, o sea, el del desprendimiento, de la obediencia, de la renuncia a nuestras pasiones. Él nos ofrece un camino fácil y seguro: "¡Ad Jesum per Mariam!" (¡A Jesús, por María Santísima!).
(CLÁ DIAS EP, Mons. Joao S. In: “Lo inédito sobre los Evangelios” Vol. III Librería Editríce Vaticana)