[…] Lo adoraron,
inspirados por el Espíritu Santo
Emociona esta descripción de Mateo: "hallaron al Niño con María, Su madre". Palabras proféticas, inspiradas por el Espíritu Santo, para dejar constando para los siglos que no se puede encontrar a Jesús sin María, y menos aún, María sin Jesús. La historia comprueba -y mucho más lo hará-, cuánto la devoción a la Madre conduce a la adoración del Hijo, y viceversa.
Mateo nos llama la atención sobre el lugar donde se
encontraba el Niño: una casa, no una gruta. "Algunos autores antiguos
-entre ellos San Justino- juzgaron que 'casa' era un eufemismo, en lugar de
'gruta'. San Jerónimo, en cambio, menciona varias veces la cueva y nunca habla
del recuerdo ni de la presencia de los Magos en ella. No sería nada improbable
que la palabra 'casa' tenga en Mateo su sentido real. Situada esta escena a la
distancia de un año y medio del nacimiento de Cristo, no es de creer que la
Sagrada Familia haya permanecido alojada en aquella cueva circunstancial;
parece natural que ella haya habitado una modesta casa. Además, el versículo 22
sugiere que ella se había establecido en Belén".Emociona esta descripción de Mateo: "hallaron al Niño con María, Su madre". Palabras proféticas, inspiradas por el Espíritu Santo, para dejar constando para los siglos que no se puede encontrar a Jesús sin María, y menos aún, María sin Jesús. La historia comprueba -y mucho más lo hará-, cuánto la devoción a la Madre conduce a la adoración del Hijo, y viceversa.
Esta adoración prestada por los Reyes Magos comprueba una vez más la realidad de la acción del Espíritu Santo en sus almas, tal cual afirma Santo Tomás de Aquino: "Los Magos son las ‘primicias’ de los paganos que creen en Cristo. En ellos aparecieron, en una especie de presagio, la fe y la devoción de los paganos venidos a Cristo de lugares remotos. Por eso, siendo la fe y la devoción de los paganos exentos de error, por inspiración del Espíritu Santo, también se debe creer que los Magos, inspirados por el Espíritu Santo, se comportaron sabiamente al rendir homenaje a Cristo".
En cuanto a los regalos, ellos cumplen con ese gesto la profecía de Isaías: "Vendrán todos de Sabá, trayendo oro e incienso, y publicando las alabanzas del Señor. Todo el ganado menor de Cedar se reunirá junto a ti, los carneros de Nabaiot quedarán a tu disposición; los harán subir sobre mi altar para mi satisfacción, y para el honor de mi templo glorioso " (Is 60, 6-7).
"Al reconocerlo como rey, ofrecieron las primicias
excelentes y preciosas del templo: el oro que guardaban; por entender que Él
era de naturaleza divina y celestial, ofrecieron incienso perfumado, forma de
oración verdadera, ofrecida como suave olor del Espíritu Santo; y en
reconocimiento de que su naturaleza humana recibiría sepultura temporal,
ofrecieron mirra ".
Regresaron por otro camino
Regresaron por otro camino
Dios nunca deja de proteger a aquellos que le sirven con
amor y fidelidad. Si los Magos hubieran regresado a Herodes, ellos mismos
podrían haber precedido a los Inocentes en la muerte.
A todos nosotros, Dios nos hace regresar a la Patria
"por otro camino", según nos enseña San Gregorio Magno.
Desgraciadamente, dejamos el Paraíso Terrenal por el pecado de orgullo de
nuestros primeros padres; más aún, nos alejamos de Él por el apego a las cosas
de este mundo y debido a nuestros propios pecados. Dios, como buen Padre, nos
ofrece el Paraíso Eterno; pero para entrar en él, el camino es opuesto al del
orgullo y de la sensualidad, o sea, el del desprendimiento, de la obediencia,
de la renuncia a nuestras pasiones. Él nos ofrece un camino fácil y seguro:
"¡Ad Jesum per Mariam!" (¡A
Jesús, por María Santísima!).
(CLÁ DIAS EP, Mons. Joao S. In: “Lo inédito sobre los Evangelios” Vol. III Librería Editríce Vaticana)
(CLÁ DIAS EP, Mons. Joao S. In: “Lo inédito sobre los Evangelios” Vol. III Librería Editríce Vaticana)
*Fundador de los Heraldos del Evangelio
Texto completo: Comentário ao Evangelho Solenidade da Epifania do Senhor – Ano C – Mt 2, 1-12
Texto completo: Comentário ao Evangelho Solenidade da Epifania do Senhor – Ano C – Mt 2, 1-12