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sábado, 14 de junio de 2025

Que la Santísima Trinidad nos colme de dones místicos (Solemnidad Sma. Trinidad – Ciclo C) por Mons. João Clá Dias, EP

 

Constatando la insuficiencia de la inteligencia humana frente a los mayores misterios de nuestra Fe, nos queda rendir un tributo de amor y gratitud al Dios Uno y Trino, que nos ofrece un don infinitamente superior a nuestra naturaleza y méritos.

Uno de los mayores misterios de nuestra fe

Cuenta una piadosa tradición que, estando el gran San Agustín muy empeñado en intentar comprender a la Santísima Trinidad, un día soñó que veía a un niño en la playa vaciando baldes y baldes de agua del mar en una cavidad de la arena. Intrigado, se le acercó y le preguntó:

sábado, 7 de junio de 2025

¡Y será renovada la faz de la Tierra! (Pentecostés – Ciclo C) por Mons. João S. Clá Dias, EP

  22 Y después de haber dicho esto, sopló sobre ellos y dijo: “Reciban el Espíritu Santo”.

En esta fiesta de hoy domingo se conmemora el descenso del Espíritu Santo sobre María y los Apóstoles la cual se encuentra muy bien narrada en la primera lectura (Hechos 2, 1-11). Este acontecimiento se dio después de la subida de Jesús al Cielo y, tal vez de allí surge el hecho que algunos nieguen la realidad del gran misterio operado por Él en la ocasión, narrada en el versículo analizado. Este error, más explícito en el comienzo del siglo VI, fue solemnemente condenado por la Iglesia en el Concilio Ecuménico de Constantinopla, en el año 552: “Si alguien defiende el impío Teodoro de Mopsuestia, que dijo (…) que después de la Resurrección, cuando el Señor sopló sobre los discípulos y les dijo ‘Reciban el Espíritu Santo’ (Juan 20, 22), no les dio el Espíritu Santo, sino tan sólo lo dio figurativamente (…), sea anatema” [1].

viernes, 30 de mayo de 2025

Jesús nos preparó el camino para subir al Cielo (Ascensión - Ciclo C) por Mons. João Clá Dias, EP

 

Los frutos de la Ascensión nos benefician a cada instante, tal como la última bendición de Jesús a los apóstoles, en el Monte de los Olivos, se prolonga a través de la Historia hasta cada uno de nosotros.

sábado, 24 de mayo de 2025

Amemos al Amor y tendremos la verdadera paz (Domingo VI de Pascua – Ciclo C) por Mons. João S. Clá Dias, EP

 «Amor» y «paz», palabras tan en boga en la cultura contemporánea, pero cuyo significado real se conoce poco… El Evangelio de este domingo nos permitirá descubrir las maravillas que tales conceptos encierran y constatar cuán lejos de ellos está el mundo actual.

viernes, 16 de mayo de 2025

La raíz de la gloria está en el sufrimiento (Domingo V de Pascua - Ciclo C) por Mons. João S. Clá Dias, EP


Ante el panorama desplegado por el Evangelio de este 5º Domingo de Pascua, no podemos dejar de tener presente el fin a que nos conduce la noción sobrenatural del sufrimiento y del amor al prójimo llevado hasta la imitación de aquel que Nuestro Señor Jesucristo manifestó por nosotros. Este fin es indicado con mucha claridad en la segunda lectura, extraída del Apocalipsis: “Esta es la morada de Dios entre los hombres, Dios va a morar en medio de ellos. Y ellos serán su pueblo, y el propio Dios estará con ellos. Dios enjugará todas las lágrimas de sus ojos. La muerte no existirá más, y no habrá más luto, ni llanto, ni dolor, porque pasó lo que había antes" (21, 3-4).

sábado, 3 de mayo de 2025

Lecciones para los católicos de todos los tiempos (Domingo III de Pascua - Ciclo C) por Mons. João S. Clá Dias, EP

 

Tal vez por su convivencia íntima y diaria con la Madre de Dios, o por ser el amado, san Juan Evangelista escribe con especial unción, mostrándose eximio conocedor del profundo significado de todos los hechos. En estos versículos de hoy [Evangelio del Domingo 3° de Pascua de Resurrección], su lenguaje simbólico alcanza un máximo de expresividad.

viernes, 25 de abril de 2025

La fe y la verdadera paz (Domingo II de Pascua - Ciclo C) por Monseñor João Clá Dias, EP

 29 Jesús le dijo: "¿Creíste, porque me has visto? ¡Bienaventurados los que creyeron sin haber visto!”

Con mucha claridad, objetividad y discernimiento Fray Manuel de Tuya OP (de quien guardo nostálgicos recuerdos) nos explica este versículo. Él destaca que la intención de Jesús no es recriminar “los motivos racionales de la fe”, ni las personas a las cuales se había mostrado. Era, sí, bendecir “los fieles futuros que aceptasen, por tradición continua, la fe de aquellos que Dios ‘escogiera’ para ser ‘testigos oficiales’ de su resurrección y para transmitirlas a otros. Es lo que Cristo pidió en la ‘Oración Sacerdotal’: “No ruego sólo por estos [los apóstoles], sino por todos lo que por su palabra han de creer en Mi’ (Juan 17, 20)” [12].