Un diluvio de fuego inundará la Tierra
La conmemoración de la venida del Espíritu Santo nos ofrece la solución para todos los problemas del mundo contemporáneo. Con todo propósito escribe San Luis María Grignion de Montfort, en su Oración Abrasada: “El Reino especial de Dios Padre duró hasta el diluvio y terminó por un diluvio de agua; el Reino de Jesucristo terminó por un diluvio de sangre, pero vuestro Reino, Espíritu del Padre y del Hijo, continúa hasta el presente y será terminado por un diluvio de fuego, de amor y de justicia”. [1] El fuego quema, calienta e ilumina; y más adelante, San Luis Grignion [2] agrega que él renueva.
No
es posible que el plan original de Dios para la humanidad no sea realizado de
algún modo por Él. El hombre pecó y, como ya dijimos, por causa de su maldad y
su naturaleza se fue degradando. Pero fijemos de nuevo la atención en la
omnipotencia divina, mientras resuenan en nuestros oídos las palabras de Jesús
a los apóstoles: “Lo que es imposible a los hombres es posible a Dios”. Si el
Señor permitió tal decadencia, tuvo como objetivo hacer patente, por un lado,
el fracaso humano, y por el otro, la plenitud de su poder. ¿Cómo dejar clara la
autenticidad de estos dos polos? El primero es evidente, una vez que quedó
comprobado cuánto somos de terriblemente débiles. ¡No obstante, está próxima la
hora de asistir a un advenimiento del Espíritu Santo; porque si fue necesario
que hubiese su efusión en la Iglesia primitiva para hacerla pasar de la
infancia al estado adulto, en nuestros días es indispensable que Él venga para concederle
a esta misma Iglesia el esplendor que Nuestro Señor Jesucristo deseó al
fundarla y darle a la faz de la tierra un nuevo brillo!
Pentecostés y
nuestros días
Es
el propio San Luis Grignion de Montfort quien pronostica una era histórica en
la cual las almas querrán practicar la virtud de una manera extraordinaria.
Esta fuerza vendrá desde el “Enviad
vuestro Espíritu, Señor y de la Tierra toda la faz renovad”, es lo que pedimos
hace dos mil años y lo cantamos en el Salmo Responsorial (Cf. Sl 103, 30). ¡Sí,
todo puede ser renovado, nosotros podemos ser completamente transformados como
lo fueron los discípulos! Participaremos entonces, de forma extraordinaria del
descenso del Espíritu Santo sobre la Santísima Virgen y los Apóstoles, que hoy
celebramos. Debemos mantenernos firmes en la fe de que nada es imposible para
Dios y Él está reservando sus gracias más especiales para esta fase de la
historia llamada por tantos santos como los últimos tiempos. [3]
“Sucederá
particularmente en el fin del mundo y, por tanto, porque el Altísimo con su
Santa Madre debe formar grandes santos que superarán tanto en santidad a la
mayoría de los santos, como los cedros del Líbano superan a los pequeños
arbustos. [...]; pero, por el contrario, serán ricos en la gracia de Dios, que
María les distribuirá en abundancia; grandes y eminentes en santidad ante Dios,
superiores a toda criatura por su alegre celo, y tan fuertemente apoyados por
la ayuda divina que, con la humildad de su calcañar y en unión con María,
aplastarán la cabeza del demonio y harán triunfar a Jesucristo”. [4]
La
humanidad tiene una necesidad vital de esa efusión del Divino Espíritu Santo.
¡Y esta es la razón de reunirnos ardorosamente en torno del altar, para pedir a
la Madre de las madres, aquella a cuyo amor, todos fuimos entregados por el
Hijo en lo alto de la Cruz (cf. Juan 19, 26-27), que en calidad de Madre del
Cuerpo Místico, obtenga de su Divino Esposo gracias de mayor fervor, de mayor
consuelo, de mayor piedad, de mayor fuerza para que enfrentemos todos los
males, y que venga sin tardar el Paráclito y la faz de la Tierra sea renovada! ◊
Fuente: Monseñor João S. Clá
Dias, EP in “Lo inédito sobre los
Evangelios” Volumen II, Librería Editríce Vaticana.
[1]
SAN LUIS MARIA GRIGNION DE MONTFORT. Prière Embrasée, n.16. In: OEuvres
Complètes. Paris: Du Seuil, 1966, p.681.
[2]
Cf. Idem, n.17, p.681-682
[3]
Cf. SAN LUIS MARIA GRIGNION DE MONTFORT. Traité de la vraie dévotion à la
Sainte Vierge, n.55-59. In: OEuvres Complètes, op. cit., p.520-522.
[4]
Idem, n.47; 54, p.512-513; 519.
Monseñor João S. Clá Dias, EP es fundador de los Heraldos del Evangelio.
Adquiera la colección “Lo inédito sobre los Evangelios”, de Monseñor João Clá Dias, EP. Entre en contacto con: +598 91059438 (vía whatsapp) o Email: heraldos@heraldos.org.uy
No hay comentarios:
Publicar un comentario