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domingo, 27 de diciembre de 2020

Comentario al Evangelio - Fiesta de la Sagrada Familia (domingo 27 de diciembre) por Monseñor João Clá Dias, EP


 […] III – En oposición a un mundo igualitario, el divino ejemplo de la obediencia.

A la luz de la doctrina que el Evangelio de la fiesta de la Sagrada Familia nos ofrece, la primera lectura (Edo 3, 3-7.14-17a) adquiere una perspectiva altísima: “Quien honra a su padre, alcanza el perdón de los pecados […]. Quien respeta a su madre es como alguien que acumula tesoros. […] la caridad hecha a tu padre no será olvidada, pero servirá para reparar tus pecados, y en la justicia, servirá para tu edificación” (Edo 3, 4-5.15-17a).

jueves, 17 de diciembre de 2020

Comentario al Evangelio – IV Domingo de Adviento, Ciclo B (domingo 20 de diciembre) por Monseñor João Clá Dias, EP


 […] III – ¡Y el Templo se hizo carne!

En el momento de la aceptación, cuando María pronuncia su “¡Fiat!”, se concluye de forma maravillosa y superabundante, como no se podía imaginar, la promesa de Dios a David, basada en una Alianza indisoluble, y la realeza se hace eterna, ¡el Padre concede a la humanidad el Templo por excelencia! Es así como Dios trata a aquellos que son sus verdaderos amigos, hijos y siervos; que premia los que, teniendo noción clara de su dependencia en relación a Él, le entregan todo lo que es suyo: siempre les otorga mucho más de lo que ellos le ofrecieron.

jueves, 10 de diciembre de 2020

Comentario al Evangelio – III° Domingo de Adviento (domingo 13 de diciembre) por Monseñor João Clá Dias, EP


 (Este domingo también es conocido como el Domingo Gaudete, domingo de la alegría)

[…] Para los malos, era apenas el comienzo de la aflicción…

24 Ahora bien, los que habían sido enviados pertenecían a los fariseos 25 preguntaron: “¿Entonces, por qué andas bautizando, si no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?” 26 Juan respondió: “Yo bautizo con agua: pero en medio de ustedes está aquel que no conocen, 27 y que viene después de mí. Yo no merezco desatar la correa de sus sandalias”. 28 Esto sucedió en Betania, más allá del Jordán, donde Juan estaba bautizando.

Siempre preocupados con los rituales exteriores, los fariseos investigaron sobre el bautismo de Juan, conscientes que un baño purificador había sido anunciado por varios profetas (cf. Is 1, 16; Ez 36, 25; Zc 13, 1). Que el Mesías, Elías o el Profeta “instituyesen ritos nuevos, nada tenía de particular; como enviados de Dios, podían actuar conforme sus órdenes”. [8]

viernes, 4 de diciembre de 2020

Comentario al Evangelio – II° Domingo de Adviento (domingo 6 de diciembre) por Monseñor João Clá Dias, EP

III – Una entrega que prepara el alma para la Navidad […]

Solución al alcance de cualquiera de nosotros

Analizando las cosas bajo este ángulo, cabe preguntarnos: ¿no tendremos algo concreto para entregarle a Jesús antes de conmemorar una vez más, en este año, su nacimiento en la gruta de Belén? Tal vez la ruptura con una amistad inconveniente o peligrosa, por cuya causa nos apartamos de Él, o quizá la renuncia al excesivo afecto a un determinado bien, o alguna situación, que generalmente termina llevándonos al pecado. La Liturgia de hoy nos inspira a renunciar a los pies de la Virgen Madre cualquier defecto capaz de impedirnos de recibir con ardiente devoción al Niño Dios.

jueves, 26 de noviembre de 2020

Comentario al Evangelio – I Domingo de Adviento, Ciclo B (domingo 29 de noviembre) por Mons. João S. Clá Dias, EP

 

El Adviento.

En el inicio del Año Litúrgico, Jesús nos exhorta para que estemos siempre vigilantes, pues la hora del Juicio llegará de repente, cuando menos esperamos. Uno de los puntos sobre el cual debemos tener puesta nuestra vigilancia, según lo alertan varios Papas, es la acción de los medios de comunicación social, que muchas veces invaden nuestras almas y nuestros hogares propagando mensajes e influencias contrarias a la fe y a la moral.

viernes, 20 de noviembre de 2020

Comentario a la Solemnidad de Cristo Rey del Universo por Mons. João S. Clá Dias, EP


[…] El castigo de los condenados.

Pongamos ahora nuestra mirada, en aquella parte de la humanidad que deberá oír la terrible sentencia…

41ª “Después el Rey dirá a los que estén a su izquierda: “¡Apartaos de mí, malditos!”

El propio Creador rechaza, para siempre, seres que Él creó. ¡Qué castigo espantoso! Se trata de la llamada pena de daño, palabra derivada del latín damnum, pérdida, ya que este tormento consiste en la pérdida de la posesión de Dios, en nuestro fin último.

jueves, 12 de noviembre de 2020

Comentario al Evangelio –XXXIII Domingo del Tiempo durante el Año, Ciclo A- por Mons. João S. Clá Dias, EP


La Parábola de los Talentos

[…] ¡Progresar siempre!

De este modo, la Liturgia de este domingo, nos recuerda una verdad esencial: el progreso en la vida espiritual no es una opción, sino una obligación; tenemos que devolver a Dios mucho más de lo que Él nos confió para hacer rendir. Una vez que Él nos asiste a cada paso con su gracia, ayudándonos a cumplir bien esta misión.

jueves, 5 de noviembre de 2020

Comentario al Evangelio – XXXII Domingo del T.O. (domingo 8 de noviembre) por Monseñor João Clá Dias, EP


[…] El valor de la vigilancia

13 “Por lo tanto, quédense vigilando, pues no sabemos cuándo será el día, o la hora”.

Finalmente, Nuestro Señor concluye la parábola dejando claro que la dijo con el objetivo de incentivarnos a ser vigilantes. A sus discípulos, después de anunciarles los últimos acontecimientos y su venida gloriosa, Él advirtió: “Vigilen todo el tiempo y oren, para hacerse dignos de escapar de todos estos males que han de suceder, y presentarse de pie delante del Hijo del Hombre” (Lc 21, 36). Y poco antes de comenzar la Pasión, durante la agonía en el Huerto de los Olivos, les recomendó nuevamente: “Vigilen y oren para no caer en la tentación” (Mt 26, 41).

jueves, 29 de octubre de 2020

Comentario al Evangelio – Solemnidad de Todos los Santos (domingo 1 de noviembre) por Monseñor João S. Clá Dias, EP

La fiesta de los hermanos celestiales.

En la Solemnidad de Todos los Santos la Iglesia nos invita a ver con esperanza en nuestros hermanos celestiales, como estímulo para recorrer por entero el camino iniciado con el Bautismo y alcanzar la plena felicidad en la gloria de la visión beatífica.

domingo, 25 de octubre de 2020

Comentario al Evangelio – XXX Domingo del T. O. (domingo 25 de octubre) por Monseñor João Clá Dias, EP

 

¡La sabiduría humana contra la Sabiduría divina!

[…] “De estos dos Mandamientos dependen toda la Ley y los profetas”

La Revelación –entre otros objetivos- tiene como propósito colocar a disposición de los hombres un claro compendio de doctrina y comportamiento de orden moral, a través de la Ley y de la sabiduría manifestada por Dios a sus profetas. Ahora bien, el fundamento y la sustancia de todo este tesoro están contenidos en estos dos preceptos, tal cual demostraría más tarde San Pablo, afirmando que la finalidad de la Ley es el amor: “el fin del precepto es la caridad” (I Tim 1, 5). Más aún, puede ser este amor, siempre según el Apóstol, “el pleno cumplimiento de la Ley” (Rm 13, 10).

viernes, 16 de octubre de 2020

Comentarios al Evangelio – XXIX Domingo T.O. (domingo 18 de octubre) por Mons. João Clá Dias, EP


 ¿Dar al César, o dar a Dios?

El hombre fue creado por Dios para vivir en sociedad, bajo dos autoridades: la temporal y la espiritual. ¿Cuál debe ser su actitud ante una y otra? Este es el tema del Evangelio de este domingo 29 del Tiempo Ordinario. […]

La enseñanza de Jesús sobre la armonía entre el orden espiritual y el temporal

Las cosas de Dios y las cosas de la tierra no deben ser antagónicas. Al contrario, entre ellas debe haber colaboración. En la armonía entre ambas esferas, la temporal y la espiritual, está el secreto del progreso. Y la Historia nos muestra que nada puede haber de más excelente que seguir el consejo de Nuestro Señor: “Buscad el reino de Dios y su justicia, y todas las cosas se os darán por añadidura” (Lc 12, 31).

jueves, 8 de octubre de 2020

Comentarios al Evangelio – XXVIII Domingo T.O. (domingo 11 de octubre) por Mons. Joao S. Clá Dias, EP


[…] III – Esperanza en el Reino de María

El llamamiento hecho por Jesús en esta rica parábola continúa retumbando hoy en las encrucijadas de los caminos, para los buenos y para los malos, convocando a una actitud de rectitud y vigilancia. Sin embargo, jamás podremos estar con el alma enteramente pronta en la expectativa de la gran fiesta que se dará sin que practiquemos la virtud teologal de la Esperanza, tan importante cuánto las de la caridad y de la fe.

jueves, 24 de septiembre de 2020

Comentario al Evangelio - XXVI Domingo T.O. (domingo 27 de septiembre) por Mons. João S. Clá Dias, EP


[…] V – El cuarto hijo.

Faltaría decir una palabra sobre un cuarto hijo que, aunque no esté mencionado explícitamente por el Divino Maestro, se discierne por contraste en su perfil moral. Éste habría oído con entusiasmo la invitación del Padre para trabajar en la viña y entregando su vida para, cultivándola, darle alegría. La parábola de hoy nos invita a seguir este ejemplo.

jueves, 17 de septiembre de 2020

Comentario al Evangelio – XXV Domingo del T.O. (domingo 20 de septiembre) por Mons. Joao Clá Dias, EP*

¡Amemos la bondad de Dios!

[…] III – La alegría por la gracia fraterna

“Mis caminos están encima de vuestros caminos y mis pensamientos encima de vuestros pensamientos, más está el Cielo encima de la tierra” (Is 55, 9), dice el Señor por los labios de Isaías en el trecho escogido para la primera lectura de este domingo. El lenguaje empleado por el profeta sugiere una idea de la inmensidad existente entre las cogitaciones divinas y las humanas; no obstante, la imagen es pobre, pues en realidad hay una distancia infinita.

jueves, 10 de septiembre de 2020

Comentario al Evangelio – XXIV Domingo del T.O. (domingo 13 de septiembre) por Monseñor Joao Clá Dias, EP


[...] La secuencia de parábolas presentada en el Evangelio de este domingo surge delante de nosotros como un prisma desde cual la Historia de la Salvación, gana un colorido especial. Para rescatar la humanidad perdida por el pecado, el Buen Pastor asumió nuestra naturaleza, murió en la Cruz, y de su lado abierto por la lanza nació la Iglesia, auténtico redil de Cristo, en el cual los hombres son introducidos, por las aguas del Bautismo, dándoles la superior dignidad de tornarse hijos de Dios. Dóciles a la gracia, los hombres produjeron frutos a la altura de su condición de herederos del Cielo, construyendo una civilización basada en las enseñanzas del Evangelio.

jueves, 3 de septiembre de 2020

Comentario al Evangelio – XXIII Domingo del T.O. (domingo 6 de septiembre) por Mons. Joao Clá Dias, EP

 

[…] V – La humanidad siempre precisará de perdón.

“Esto les digo: si dos de ustedes se unen en la tierra para pedir, sea lo que sea, lo recibirán de mi Padre que está en los Cielos. Porque donde dos o tres estén reunidos en mi nombre, allí estaré yo entre ustedes.

Sin temor alguno, se puede decir que en estos dos versículos se encuentra la síntesis de toda la obra del Salvador. Jesús es el vínculo entre todos aquellos que toman la decisión de unirse en su nombre, porque, bajo estas circunstancias, Él estará entre ellos.

viernes, 28 de agosto de 2020

Comentario al Evangelio – XXII Domingo del T.O. (domingo 30 de agosto) por Mons. João Clá Dias, EP


 […] IV –Esperanza en la verdadera vida.

La liturgia de este domingo nos incentiva a que vivamos de acuerdo con nuestra fe, en coherencia con los principios de la Religión. A no orientar nuestra conducta buscando obtener riquezas, elevada posición social, amistades terrenas o cualquier otro bien de este mundo, ignorando cuán efímeros son los beneficios que todo eso proporciona.

viernes, 21 de agosto de 2020

Comentario al Evangelio - XXI Domingo del T.O. (domingo 23 de agosto) por Monseñor João Clá Dias, EP

[…] III – ¿Y yo, digo quién es Jesús?

En la segunda Lectura, la Liturgia de este domingo relaciona con la confesión de San Pedro, un bello trecho de la Carta de San Pablo a los Romanos, que destaca la desproporción infinita entre nuestra inteligencia creada y la Inteligencia increada, que es Dios: “¡Oh profundidad de la riqueza, de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Como son inescrutables sus juicios e impenetrables sus caminos! ¿Quién conoció realmente el pensamiento del Señor? ¿O quién fue su consejero? ¿O quién se anticipó en darle alguna cosa, de manera a tener derecho a alguna retribución? En verdad, todo es de Él, por Él y para Él. A Él, la gloria para siempre. Amén” (Romanos 11, 33-36).

viernes, 14 de agosto de 2020

Comentario al Evangelio XX° Domingo del T.O. (domingo 16 de agosto) por Monseñor João Clá Dias, EP


[...] Todo se obtiene a través de la fe.

Otra enseñanza que podemos extraer del Evangelio de hoy es la necesidad de instruirnos sobre la verdadera y buena doctrina. La cananea oyó y se informó sobre los actos y predicaciones de Jesús. Eso le fue fundamental para creer.

viernes, 7 de agosto de 2020

Comentario al Evangelio – XIX Domingo del T.O. (domingo 9 de agosto) por Monseñor Joao Clá Dias, EP

[…]
III – El invencible auxilio de Jesús.

Al dar de comer a aquella multitud, teniendo apenas un diminuto número de panes y peces, Jesús demostró su poder sobre los alimentos, hecho ya comprobado en las bodas de Caná. Bajando del monte, después de haber pasado la noche en oración, mostró su dominio sobre las aguas, los vientos y las olas agitadas. Y al usar estos elementos para avanzar en la búsqueda de sus discípulos, también manifestó cuánto se aplica su omnipotencia a su cuerpo sagrado. La sensibilidad de sus testigos estaba, de este modo, preparada para la revelación sobre la Eucaristía, que se realizaría en breve.

viernes, 31 de julio de 2020

Comentario al Evangelio – XVIII Domingo T.O. (domingo 2 de agosto) por Monseñor Joao Clá Dias, EP


[…] El ilimitado amor de Dios nos llena de confianza.

La Liturgia de este domingo nos debe estimular a una confianza extraordinaria en la Providencia, pues, una vez unidos a Jesús, podemos decir con San Pablo, en la segunda lectura de este día: “¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación? ¿Angustia? ¿Persecución? ¿Hambre? ¿Desnudez? ¿Peligro? ¿Espada? ¡En todo esto, somos más que vencedores, gracias a Aquel que nos amó! Tengo la certeza de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los poderes celestiales, ni el presente ni el futuro, ni las fuerzas cósmicas, ni la altura, ni la profundidad, ni otra criatura cualquiera, será capaz de separarnos del amor de Dios por nosotros, manifestado en Cristo Jesús, Nuestro Señor” (Rm 8, 35.37-39). El Apóstol, que ya pasó por todas esas probaciones, conservaba la fuerza de alma, el celo apostólico y el fuego para desear conquistar el mundo porque sentía el amor de Dios incidir sobre él. Si consideramos que el Padre promovió la Encarnación de su Unigénito, igual a Él, en nuestra miserable naturaleza, para sufrir indeciblemente y obtenernos la salvación, tendremos una idea de la magnitud de este amor.

jueves, 23 de julio de 2020

Comentario al Evangelio – XVII Domingo T.O. (domingo 26 de julio) por Mons. João Clá Dias, EP

Las parábolas sobre el Reino […] IV – La parábola de la red.

“El Reino de los Cielos es también semejante a una red lanzada al mar, que captura todo tipo de peces. Cuando está llena, los pescadores la sacan para fuera y, sentados en la playa, eligen los buenos para los cestos y desechan los malos. Así será al fin del mundo: Vendrán los ángeles y separarán los malos de los justos, y los lanzarán en la hornalla de fuego. Allí habrá llanto y rechinar de dientes”.

viernes, 17 de julio de 2020

Comentario al Evangelio – XVI Domingo T.O. (domingo 19 de julio) por Mons. João Clá Dias, EP*

[…] IV – La parábola del fermento.

33 Les dijo otra parábola: “El Reino de los Cielos es semejante al fermento que una mujer mezcla en tres medidas de harina hasta que todo está fermentando”.

Ciertos antiguos y conceptuados comentaristas juzgaron erróneamente, que esta parábola es una repetición de la anterior [del grano de mostaza]. Ellas tienen mucha afinidad entre sí, pero aquí Jesús tiene otro objetivo: “hasta que todo esté fermentado”. No se trata, por lo tanto, de la mera unión de la harina con el fermento, sino de la fuerza y del vigor en la capacidad de acción del elemento menor sobre el mayor. Del mismo modo el Reino de los Cielos tiene esta intensidad de penetración y transformación de las almas, fermentándolas con las enseñanzas evangélicas.

jueves, 9 de julio de 2020

Comentario al Evangelio – XV Domingo T.O. (domingo 12 de julio) por Mons. João Clá Dias, EP


[…] III – El alma que dio frutos en la plenitud

¿Quien oyó y comprendió por entero esta parábola sino María Santísima, la cual ciertamente de ella tomaría conocimiento con admiración y amor insuperables? Al hablar de “tierra fértil” y en semilla que produjo ciento por uno, sería muy comprensible que Jesús estuviese pensando en su Inmaculada Madre, la tierra fertilísima por excelencia para hacer germinar la semilla divina en la plenitud.

jueves, 2 de julio de 2020

Comentario al Evangelio – XIV Domingo T.O. (domingo 5 de julio) por Monseñor João Clá Dias, EP


[…] III – ¡Entremos a la escuela de la santidad!

Es necesario, evitar en constituir como falsos dioses la técnica, la salud, el dinero, los estudios o las capacidades personales. ¡Nada de idolatría y de orgullo! Quien establece divinidades para sí, olvidándose del Dios único, se torna ciego de Dios.  Este mal es peor que la pérdida de la vista, porque el que lo padece termina por no entender las verdades que el Padre sólo revela a los pequeñitos. ¿De qué le sirve a alguien participar de una carrera, habiéndose preparado para alcanzar la máxima velocidad, si, cuando el árbitro toca el silbato, avanza con toda rapidez fuera de la pista y en la dirección equivocada? Así sucede con el desventurado que se presenta al Supremo Juez -¡aunque fuese con las manos vacías!- con las manos sucias de orgullo e idolatría.

jueves, 25 de junio de 2020

Comentario al Evangelio XIII Domingo T.O. (domingo 28 de junio) por Mons. João Clá Dias, EP

¿Vivimos injertados en Cristo o en el mundo? ¿Dónde encontraremos paz de alma y cómo podremos cumplir la finalidad sobrenatural para la cual hemos sido creados?

[…] La adhesión al Señor acarrea lucha

En este contexto se comprende mejor la advertencia del Divino Maestro, mencionada anteriormente: “No penséis que he venido a la tierra a sembrar paz: no he venido a sembrar paz, sino espada” (Mt 10, 34). Si pertenecemos al mundo, no causamos extrañeza en los círculos sociales y somos aceptados con naturalidad. Sin embargo, a partir del momento en que cambiamos de conducta y adecuamos la vida a la Ley de Dios, pasamos de la paz a la espada. Se rompe esa conexión con nuestro ambiente y nos convertimos en una piedra de escándalo, a semejanza del Divino Maestro (cf. Lc 2, 34), porque la observancia de las reglas de la moral constituye un “non licet tibi —no te es lícito” (Mt 14, 4), que suscita problemas de conciencia en los pecadores y provoca indignación. Por eso, los buenos no son tolerados y son perseguidos, muchas veces, incluso por los más cercanos.

jueves, 18 de junio de 2020

Comentario al Evangelio – XII Domingo T.O. (domingo 21 de junio) por Mons. Joao S. Clá, EP

[…] II – Comentario al Evangelio

Este es el fondo de cuadro del Evangelio de hoy, y por esto comienza con el firme consejo:

26 No tengan miedo de ellos

Jesús envía sus discípulos en misión y profetiza las persecuciones que por causa suya sufrirán, conforme lo relatan los versículos anteriores. Por esto les recomienda que confíen en sus consejos, como por ejemplo, que sean perseverantes y valientes en la predicación del Evangelio, pues serán amparados y protegidos por el Padre que está en los Cielos, sobre todo en lo relativo a la salvación eterna. Esta será la constante de los otros trechos.

viernes, 12 de junio de 2020

Comentario al Evangelio – Solemnidad de Corpus Christi (domingo 14 de junio), por Mons. João Clá Dias, EP

[…] IV – Sepamos retribuir sin medidas

Lamentablemente, muchas veces no evaluamos con profundidad todos los beneficios recibidos en este sacral convivio con la Eucaristía en la cual nuestro Divino Redentor está realmente presente como cuando transformó el agua en vino en las bodas de Caná, o cuando resucitó a Lázaro, o cuando expulsó los mercaderes del Templo. ¿Qué no daríamos para presenciar un único milagro de Jesús u oír alguno de sus sermones? ¿O recibir una sola mirada de Él? Cuando lleguemos al Cielo, si Dios nos concede esa gracia suprema, comprenderemos que un instante de adoración eucarística compensa mil años de sacrificios en la Tierra.

viernes, 5 de junio de 2020

Comentario al Evangelio – Solemnidad de la Santísima Trinidad (domingo 7 de junio) por Mons. Joao Clá Dias, EP


[…] II- No basta la fe, es necesario dar testimonio

Creer significa aplicar en la propia vida aquello en que se creyó. Es indispensable, pues, que haya de nuestra parte esta creencia en Nuestro Señor Jesucristo, no de manera etérea, sino de acuerdo con el momento histórico actual. Y, como a lo largo de los siglos el mal se presenta bajo nuevos aspectos, tenemos la obligación de manifestar la fe en Cristo de modo conveniente a la situación que vivimos. En los primeros tiempos del cristianismo los fieles eran conducidos por el soplo del Espíritu Santo, al punto de estar dispuestos a entregar todo cuanto poseían, como se narra en los Hechos de los Apóstoles (cf. Hechos 2, 44-46).

viernes, 29 de mayo de 2020

Comentario al Evangelio de la Solemnidad de Pentecostés (domingo 31 de mayo) por Mons. Joao Clá Dias, EP

I – La Iglesia por ocasión de Pentecostés.

Oración en una atmósfera de armonía y concordia

Como tantas otras fiestas litúrgicas, Pentecostés nos hace recordar uno de los grandes misterios de la fundación de la Iglesia por Jesús. Ella se encontraba en estado casi embrionario –alegóricamente, se podría compararla a una niña de tierna edad- reunida en torno de la Madre de Cristo. Allí en el Cenáculo, según nos relatan los Hechos de los Apóstoles en la primera lectura, sucedieron fenómenos místicos de excelsa magnitud, acompañados de manifestaciones sensibles de orden natural: ruido como de un viento impetuoso, lenguas de fuego, los discípulos expresándose en diversas lenguas sin haberlas aprendido antes.

viernes, 22 de mayo de 2020

Comentario al Evangelio - Solemnidad de la Ascención del Señor (domingo 24 de mayo) por Mons. João Clá Dias, EP

Al asumir nuestra carne, el Hijo de Dios quiso vivir entre nosotros para darnos el ejemplo de la plenitud de la perfección a la que desea elevarnos. La subida del Señor a los Cielos es también un punto de imitación. ¿Entonces, como será la nuestra?

jueves, 14 de mayo de 2020

Comentario al Evangelio - Domingo VI de Pascua (domingo 17 de mayo) por Mons. João S. Clá Dias, EP

La Santísima Virgen es visitada por el Espíritu Santo

El amor íntegro debe ser la causa del bien total.

Practicar el bien exige cumplir los Mandamientos de la Ley de Dios, sin admitir ninguna concesión al mal. Ahora bien, la condición para observar los preceptos divinos es la caridad. ¿Cómo alcanzar, entonces, este amor íntegro y sin mancha que nos conduce al bien total?

domingo, 10 de mayo de 2020

Comentario al Evangelio – V Domingo de Pascua (domingo 10 de mayo) por Mons. João Scognamiglio Clá Dias, EP


[…] III – Por la fe en el amor que recibimos, realizaremos maravillas.

El Evangelio de este 5° Domingo de Pascua nos llama a la confianza inquebrantable en el amor de Jesús por nosotros, capaz de establecer orden y tranquilidad en nuestros corazones, disipando todas las angustias.

Si nuestra fe en Él es robusta, nuestra inteligencia se dilatará, nuestro amor se fortalecerá y viviremos en la obediencia a Dios y en la disposición de servirlo hasta el holocausto. Si tenemos, sobre todo, el alma impregnada de admiración, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo estarán presentes en nosotros, y entonces podremos decir como San Pablo: “Yo vivo, pero ya no soy yo: es Cristo que vive en mi” (Gal 2,20).

viernes, 1 de mayo de 2020

Comentario al Evangelio – Domingo IV de Pascua (domingo 3 de mayo) por Mons. Joao S. Clá Dias, EP


[…] El Buen Pastor ama hasta a las ovejas miserables.

Es posible que nuestro examen de conciencia nos acuse de alguna vez haber adherido a los ladrones. Recordemos entonces, que Jesús ama tanto a sus ovejas que Él desea darles la vida, a pesar de ser miserables. Y una vida tan exuberante que supera la muerte merecida por el pecado de nuestros primeros padres y por nuestros propios pecados: “Donde abundó el pecado, superabundó la gracia” (Rm 5, 20).  Si queremos ser grandes en la santidad, reconozcamos nuestra incapacidad, para practicar la virtud y, atribuyendo a Dios todo el bien que hacemos, ofrezcámosle, confiados nuestra debilidad, porque el Buen Pastor se utiliza de ello para manifestar su poder, como Él afirmó a San Pablo: “es en la fragilidad que se revela totalmente mi fuerza” (II Cor 12, 9).

jueves, 23 de abril de 2020

Comentario al Evangelio – III Domingo de Pascua (domingo 26 de abril) por Mons. João S. Clá Dias, EP


[...] III – “¡Mane nobiscum, Domine!”
Sublime fue la convivencia de Jesús con los discípulos de Emaús; sin embargo, ellos solamente lo reconocieron cuando bendijo y partió el pan. ¡Cuánto más feliz es nuestra situación al acercarnos con fervor a la Eucaristía: no vemos al Señor, pero lo reconocemos y amamos!

jueves, 16 de abril de 2020

Comentario al Evangelio del Domingo II de Pascua (domingo 19 de abril) -Ciclo A-, por Mons. Joao S. Clá Dias, EP

[…] El testimonio de San Juan.

30 Jesús realizó otras muchas señales delante de los discípulos, que no están escritas en este libro. 31 Pero éstas fueron escritas para que crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que, creyendo tengan la vida en su nombre.

San Juan escribió su Evangelio, que es el último, al final del primer siglo, muchos años después de concluidos los otros tres. Diríase que no era necesario redactarlo, porque la historia de Jesús ya estaba contada en los sinópticos. Sin embargo, el Discípulo Amado tenía bajo su responsabilidad a las comunidades cristianas de Asia Menor, nacidas bajo el influjo del apostolado de San Pablo, y compuso el cuarto Evangelio con el objetivo de proteger a los fieles de las herejías que comenzaban a propagarse en aquella época, provocando confusión sobre Jesucristo.

viernes, 10 de abril de 2020

Comentario al Evangelio del Domingo de Pascua de Resurrección (domingo 12 de abril) por Mons. Joao Clá S. Dias, EP

[…] La Resurrección nos conquistó la verdadera vida.

Estábamos muertos, porque cargábamos la herencia del pecado original cometido por nuestros padres Adán y Eva, pero el Salvador nos obtuvo una vida nueva, infinitamente más valiosa que la humana: la participación en la propia vida divina. Y este tesoro merece ser tratado con especial cariño, dirigiendo nuestro amor en el rumbo correcto, según la enseñanza de la Liturgia del Domingo de Pascua.

viernes, 3 de abril de 2020

Comentario al Evangelio del Domingo de Ramos –Ciclo A- (domingo 5 de abril) por Mons. João Clá Dias, EP*

[…] ¡Per crucem ad lucem! Por la cruz, se llega a la luz.

Contrariamente a la quimera sugerida por cierta mentalidad muy difundida, no es posible abolir la cruz de la faz de la Tierra, pues en general todo ser humano sufre. […]

jueves, 26 de marzo de 2020

Comentario al Evangelio del V° Domingo de Cuaresma (domingo 29 de marzo) por Mons. Joao S. Clá Dias, EP


[…] A diferencia de otras tumbas, la de Lázaro era excavada en roca no en sentido horizontal, sino en el suelo y verticalmente. Para llegar al lugar donde habían depositado el cuerpo de Lázaro, era necesario descender un buen número de escalones. Entorno al sepulcro, estaban todos con grandes expectativas, porque los antecedentes pronosticaban un acontecimiento portentoso.

viernes, 20 de marzo de 2020

Comentario al Evangelio IV° Domingo de Cuaresma o Domingo de la Alegría por Mons. Joao Clá Dias, EP



[…] Dejemos las tinieblas de este mundo.

Lo medular de este Evangelio nos es sintetizado por San Pablo en su Epístola a los Efesios, también sugerida a nuestra consideración en este domingo de la alegría: “Antes eran tinieblas, pero ahora son luz en el Señor” (Ef 5, 8).

jueves, 12 de marzo de 2020

Comentario al Evangelio III° Domingo de Cuaresma –Ciclo A- (domingo 15 de marzo) por Mons. Joao S. Clá Dias, EP

Jesús con la samaritana junto a la fuente
[…] Conclusión –

La samaritana, a pesar de no tener una vida de virtud y de ser una extranjera con todas las implicaciones de la Ley, poseía un alma penetrada por una conmovedora simplicidad, verdaderamente cándida. Un modo de ser humilde y desprendido. Respetuosa de sus obligaciones y conocedora de los principios y tradiciones de su religión. Su conversación elevada y sincera, como cuando manifestó cuanto creía en Jesús. Estas cualidades atrajeron el amor del Redentor y lo hicieron ir en búsqueda de la oveja perdida.

jueves, 5 de marzo de 2020

Comentario al Evangelio II° Domingo de Cuaresma (domingo 8 de marzo) por Mons. Joao S. Clá Dias, EP


[…] Conclusión.

“Soy demasiadamente grande, y mi destino por demás noble, para que que yo me torne esclavo de mis sentidos” [12]. Esta fue la conclusión a la cual llegó Séneca por mera elaboración filosófica, sin tener la menor revelación de de algo análogo a la Transfiguración del Señor. En el Tabor, Jesucristo va mucho más allá: en su divina didáctica, nos hace conocer una parcela de su gloria en los reflejos de la claridad propia a su cuerpo después de la Resurrección.

viernes, 28 de febrero de 2020

Comentario al Evangelio Domingo I de Cuaresma (domingo 1 de marzo) por Mons. Joao S. Clá Dias, EP


[…] “La vida del hombre sobre la tierra es una lucha”

Los fenómenos de la naturaleza humana, hasta los más comunes, no raras veces obedecen las leyes, que al ser analizadas con atención, pueden proporcionarnos valiosas lecciones. Es lo que sucede cuando sufrimos una fractura y somos obligados, por ejemplo, a mantener enyesado por un largo período un brazo o una pierna. En el momento en que el yeso es retirado comprobamos que el miembro afectado, otrora fuerte y vigoroso, se tornó flácido. La musculatura quedó atrofiada por la inmovilidad, siendo necesario someterlo a sesiones de fisioterapia para recuperar su funcionamiento normal. Algo parecido se verifica con el hombre que trabajó la vida entera y, al jubilarse, opta por una existencia sedentaria, permaneciendo sentado la mayor parte del día en una confortable silla mecedora. Con el paso del tiempo, esta rutina, puede exponer a la persona a una enfermedad, pues la constitución del ser humano exige movimiento, esfuerzo y combate.

sábado, 22 de febrero de 2020

Comentario al Evangelio VII Domingo del T.O. (domingo 23 de febrero) por Mons. Joao S. Clá Dias, EP


[…] Ejemplos edificantes -

Estas disposiciones las encontramos en abundancia en la vida de los santos. Cierta vez, San Francisco de Sales, ya siendo obispo de Ginebra, se encontró con un noble que le dijo las mayores ofensas, a las cuales nada respondió, guardando un silencio lleno de dulzura y serenidad. Luego de sucedida esta lamentable escena, un sacerdote que la presenció le preguntó a San Francisco por qué no respondió con firmeza al insolente. “Mi padre” –respondió el santo- “hice un pacto con mi lengua, por el cual se callará mientras mi corazón esté agitado y no replicará jamás ninguna palabra capaz de provocarme cólera”. 6 Como era su persona que estaba en juego, él controló el amor propio y se mantuvo impasible. Días después, el culpado, conmovido con la caridad del obispo, vino en lágrimas a pedirle perdón.7 ¡Es así que debemos ser!

sábado, 15 de febrero de 2020

Comentarios al Evangelio VI Domingo T.O. (domingo 16) por Mons. João Scognamiglio Clá Dias, EP


El pecado y la ley


En el Paraíso terrenal, el hombre reflejaba de modo admirable al Creador en la perfecta armonía reinante entre Fe y razón, voluntad y sensibilidad. La Fe iluminaba el entendimiento y éste gobernaba una voluntad enteramente equilibrada, contra la cual la concupiscencia no se revelaba, pues en el primer hombre –enseña Santo Tomás- “el alma estaba sometida a Dios, siguiendo los preceptos divinos, y también la carne estaba sometida en todo al alma y a la razón”.1

sábado, 8 de febrero de 2020

Comentario al Evangelio V° Domingo T.O. (domingo 9 de febrero) por Mons. Joao S. Clá Dias, EP


[…] Si queremos ser santos, debemos ser sal y luz del mundo.

El Evangelio de este domingo expresa con mucha claridad la obligación que tenemos de cuidar nuestra vida espiritual no sólo por el deseo de la salvación personal. Sin duda, es menester abrazar la perfección para contemplar al Creador cara a cara por toda la eternidad en el Cielo, el más precioso don que podemos obtener; y necesitamos ser virtuosos, porque lo exige la gloria de Dios, para tal fuimos creados y de esto prestaremos cuentas. ¡No obstante, Nuestro Señor Jesucristo nos quiere santos también con el fin que seamos la sal y luz para el mundo! Por tanto, debemos esforzarnos por hacer el bien a los demás, ya que tenemos la responsabilidad de hacerles la vida más agradable, apoyándolos en la fe y en el propósito de honrar a Dios. Son ellos acreedores de nuestro apoyo colateral, como miembros del Cuerpo Místico de Cristo. Y seremos luz en la medida en que nos santifiquemos, ya que la Escritura nos enseña: “El ojo es la luz del cuerpo. Si tu ojo es sano, todo tu cuerpo será iluminado” (Mt 6, 22). De este modo, nuestra diligencia, aplicación y celo en el cumplimiento de los Mandamientos servirá al prójimo de referencia, de orientación por el ejemplo, haciendo que se beneficie de las gracias que recibimos. Seremos así acogidos por Nuestro Señor Jesucristo, en el día del Juicio, con estas consoladoras palabras: “¡En verdad yo les digo: todas las veces que hicieran esto a uno de mis hermanos más pequeñitos, lo habrán hecho también conmigo!” (Mt 25, 40).

jueves, 30 de enero de 2020

Comentario a la Fiesta de la Presentación del Señor (domingo 2 de febrero) por Mons. Joao S. Clá Dias, EP


[…] Signo de contradicción, para que se revelen los secretos de los corazones.

34b “Este Niño va a ser causa tanto de caída como de elevación de muchos en Israel. Él será un signo de contradicción”.

En el primer libro de sus homilías, San Beda, el Venerable, así dice: "Con alegría se escuchan estas palabras, que expresan que el Señor estaba destinado a lograr la resurrección universal, de acuerdo con lo que Él mismo dijo: ‘Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá’ (Juan 11, 25). Pero qué terribles suenan aquellas palabras: ‘¡Este Niño va a ser causa tanto de caída como de elevación!’

viernes, 24 de enero de 2020

Comentario al Evangelio III Domingo T.O. (domingo 26 de enero) por Mons. João S. Clá Dias, EP


[…] No había llegado el momento de manifestarse como el Hijo de Dios.

23 Jesús recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas y predicando el Evangelio del Reino de Dios, y curando todas las enfermedades entre el pueblo.

Después de largas décadas en el silencio oculto de Nazaret, vemos ahora al Salvador en pleno ejercicio de su misión pública, predicando sobre el Reino de Dios, curando los enfermos y expulsando los demonios. No sabemos decir cuánto duró esta celosa actividad apostólica, pero no sería exagerado suponer que se extendió por varios meses.

lunes, 20 de enero de 2020

Brasil: Concluye el 20° Curso de Vacaciones de los Heraldos del Evangelio


Con la participación de más de mil jóvenes de diversos países, concluyó el 20° Congreso Internacional de Verano de los Heraldos del Evangelio, realizado durante la semana pasada en el municipio de Caieiras, estado de Sao Paulo, Brasil.

Durante tres días los jóvenes participaron de las más variadas actividades, tales como la celebración diaria de la santa Misa, representaciones teatrales con gran realismo sobre las verdades de la fe católica, jornadas de esparcimiento, ruedas de debates, amena convivencia

sábado, 18 de enero de 2020

Comentario al Evangelio II Domingo T.O. (domingo 19 de enero) por Mons. João S. Clá Dias, EP


[…] 33 Yo no lo conocía, pero el que me mandó bautizar en agua, me dijo: Aquel sobre quien veas descender y reposar el Espíritu, ese es el que bautiza en el Espíritu Santo.

Reafirma San Juan Bautista no haber conocido antes a Jesús. Se comprende su insistencia a este respecto, pues los lazos familiares eran fuertes en aquellos tiempos y había riesgo de interpretar las palabras del Precursor bajo una mirada meramente humana.

Era indispensable poner la atención de todos en el origen divino de sus proclamaciones, de aquí la referencia a Aquel que lo había mandado a bautizar.

jueves, 9 de enero de 2020

Comentarios al Evangelio Fiesta del Bautismo del Señor (domingo 12 de enero) por Mons. Joao S. Clá Dias, EP


[…] El alma es divinizada.

Sí, filiación real, porque por medio de este Sacramento [el Bautismo] Dios injerta en nosotros su propia vida. No como lo es, un reboque extrínseco a una pared y que no la modifica internamente, sino como si alguien, por milagro, inyectase oro en esa misma pared, al punto de casi no verse más arena o yeso, pero sí el precioso metal. Esta figura todavía es inadecuada y pobre para expresar lo que sucede en el alma cuando le es infundida una cualidad sobrenatural que la hace deiforme, o sea, semejante a Dios en su propia divinidad. Y con la gracia santificante el alma recibe, por acción divina, las virtudes –fe, esperanza, caridad, prudencia, justicia, fortaleza y templanza- y los dones del Espíritu Santo –sabiduría, entendimiento, ciencia, consejo, piedad, fortaleza, temor-, por los cuales comienza a obrar como Dios.