[…] El único
cálculo permitido al verdadero discípulo.
33 “¡Del mismo modo, por lo tanto, cualquiera
de ustedes, si no renuncia a todo lo que tiene, no puede ser mi discípulo!”
En estas dos parábolas, Nuestro Señor deja claro
cuán necesario es hacer los cálculos bien antes de emprender cualquier tarea,
asumir una responsabilidad o librar una batalla terrenal.
Ahora, en este versículo, según la interpretación
de San Agustín estaría declarado el sentido de ambas, pues, él afirma "el
dinero para construir la torre y la fuerza de diez mil hombres para enfrentar a
los veinte mil combatientes del otro rey, no tienen otro significado sino el de
renunciar a todo cuanto posee". [20]