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miércoles, 28 de junio de 2023

jueves, 22 de junio de 2023

Comentario al Evangelio – Domingo XII del Tiempo durante el Año (Ciclo A) por Mons. João Clá Dias, EP

El Evangelio de este domingo contiene el firme consejo:

26 No tengan miedo de ellos

Jesús envía sus discípulos en misión y profetiza las persecuciones que por causa suya sufrirán, conforme lo relatan los versículos anteriores. Por esto les recomienda que confíen en sus consejos, como por ejemplo, que sean perseverantes y valientes en la predicación del Evangelio, pues serán amparados y protegidos por el Padre que está en los Cielos, sobre todo en lo relativo a la salvación eterna. Esta será la constante de los otros trechos.

jueves, 15 de junio de 2023

Comentario al Evangelio – Domingo XI del Tiempo durante el Año (Ciclo A) - por Mons. João Clá Dias, EP

 

No son pocos los que sacrificaron su propia vida a lo largo de la Historia, por Dios o por un ser querido. Pero por un enemigo, ¿quién estaría dispuesto a hacerlo? Es lo que Jesús hizo para salvarnos a cada uno de nosotros.

jueves, 8 de junio de 2023

Comentario al Evangelio – Solemnidad de Corpus Christi (Ciclo A) - por Mons. João Clá Dias, EP

Sepamos retribuir sin medidas

Lamentablemente, muchas veces no evaluamos con profundidad todos los beneficios recibidos en este sacral convivio con la Eucaristía en la cual nuestro Divino Redentor está realmente presente como cuando transformó el agua en vino en las bodas de Caná, o cuando resucitó a Lázaro, o cuando expulsó los mercaderes del Templo. ¿Qué no daríamos para presenciar un único milagro de Jesús u oír alguno de sus sermones? ¿O recibir una sola mirada de Él? Cuando lleguemos al Cielo, si Dios nos concede esa gracia suprema, comprenderemos que un instante de adoración eucarística compensa mil años de sacrificios en la Tierra.

jueves, 1 de junio de 2023

Comentario al Evangelio de la Santísima Trinidad (Ciclo A) –por Mons. João Clá Dias, EP

No basta la fe, es necesario dar testimonio

Creer significa aplicar en la propia vida aquello en que se creyó. Es indispensable, pues, que haya de nuestra parte esta creencia en Nuestro Señor Jesucristo, no de manera etérea, sino de acuerdo con el momento histórico actual. Y, como a lo largo de los siglos el mal se presenta bajo nuevos aspectos, tenemos la obligación de manifestar la fe en Cristo de modo conveniente a la situación que vivimos. En los primeros tiempos del cristianismo los fieles eran conducidos por el soplo del Espíritu Santo, al punto de estar dispuestos a entregar todo cuanto poseían, como se narra en los Hechos de los Apóstoles (cf. Hechos 2, 44-46).