El futuro pasa
por las cuentas del rosario
El rosario es una práctica piadosa de inmensa eficacia para la santificación personal y colectiva. Rezándolo con devoción se obtienen gracias especialmente fructíferas, que culminarán en la victoria del bien.
Es
necesario que, en estos tiempos de oscuridad y miseria, los católicos estrechen
sus lazos de amor y sumisión a María Santísima, para que, por medio de Ella, se
obren verdaderos milagros en sus corazones. Para ello, nada mejor que el rezo
del santo rosario, durante el cual, en sus padrenuestros y avemarías, meditamos
los misterios de la vida, pasión y la glorificación del Hijo de Dios.
La
piadosa repetición de la salutación angélica dispondrá nuestras almas para
recibir las gracias marianas que nos transformarán en humildes esclavos de
Jesús, hijos confiados del Padre celestial y audaces guerreros de la Virgen. A
través de Ella se le mostrará al mundo que para Dios todo es posible, incluso
la restauración de la cristiandad, que durante siglos yace bajo el yugo de los
vicios y de la corrupción de costumbres.
Los devotos del rosario deben esperar intervenciones grandiosas en la línea de la victoria del bien sobre las fuerzas del mal que, en apariencia, gobiernan los acontecimientos mundiales. El rosario nos traerá el triunfo del Inmaculado Corazón de María. ◊
Fuente: Revista Heraldos del Evangelio – N° 255 Octubre 224
Monseñor João S. Clá Dias, EP
es fundador de los Heraldos del Evangelio.
Se autoriza su publicación citando la fuente
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