La humanidad necesita volver
urgentemente a la Santísima Virgen. |
Un ciego de Dios ignora el poder de Jesús.
A Bartimeo le faltaba uno de los elementos esenciales para enriquecerse, por esto cayó inevitablemente en la pobreza pasando a vivir de las limosnas. Para los ciegos de Dios, sin embargo, es posible hacer una fortuna; pero desde este punto de vista, es aún más lamentable: cuando sus ojos carnales se cierren definitivamente a la luz del día, los espirituales se abrirán inmediatamente, pero qué tarde será para ver la gran dimensión de su verdadera miseria en todo su horror. Y, ojalá no sea ese el momento de su desesperación.