¡Conocimiento es
amor!
¡Conocimiento es amor! Dos alas que necesitan estar bien ajustadas y cultivadas para alzar vuelo en el firmamento de la santidad. De acuerdo con las reglas del paracaidismo, en la caída libre es indispensable mantener los brazos abiertos y firmes, a fin de obtener estabilidad, pues basta cerrar uno de los dos miembros para que el cuerpo gire y pierda el equilibrio. Tal es lo que sucede en la vida espiritual cuando intentamos volar solamente con un ala.
Todos
tenemos la obligación de estudiar y llevar la inteligencia hasta donde alcanza,
según la medida de cada uno. Este compromiso, sin embargo, tiene que ser
acompañado por un amor a Dios de todo corazón, de toda el alma, de toda la
mente y con toda la fuerza, adecuando la vida a la doctrina aprendida y
procurando al máximo ejercitarnos en la virtud.
Para
un católico, los Mandamientos son una escalera mecánica, cuyos diez escalones
lo conducen a la perfección, con amor.
Ahora
bien, esto sólo es posible con el impulso de la gracia, con la asistencia de
Nuestro Señor Jesucristo y en unión con María Santísima. En ellos está nuestra
fuerza, en Él debemos poner nuestra seguridad, en Él encontraremos los
elementos y el equilibrio necesario para entender y para amar.
¡Tengamos
una correspondencia llena de luz y de sustancia para dar a ellos toda la
gloria, el honor y la alabanza que merecen! ◊
Fuente:
Monseñor João S. Clá Dias, EP in “Lo inédito sobre los Evangelios” Volumen II,
Librería Editríce Vaticana.
Monseñor João S. Clá Dias, EP
es fundador de los Heraldos del Evangelio.
Se autoriza su publicación citando la fuente.
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