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sábado, 24 de agosto de 2019

Comentario al Evangelio XXI Domingo de T.O. (domingo 25 de agosto) por Mons. João Scognamiglio Clá Dias, EP

[…] III – María, Puerta del Cielo -

30 Entonces habrá últimos que serán los primeros, y primeros que serán los últimos

Sorprendente será esa inversión de valores, por eso jamás debemos sentirnos seguros debido a nuestras cualidades, ni por las gracias recibidas, ni menos aún por la riqueza que pueda estar en nuestras manos. Es necesario servir a Dios con ardor y entusiasmo, entrando “por la puerta estrecha” que bien podrá ser María Santísima.

No sin razón se le dio el título de Puerta del Cielo. Estrecha, porque nos exige una confianza robusta en su protección maternal. Invoquémosla en todas las tentaciones y dificultades, a fin de comprobar la irrefutable realidad de que “jamás se oyó decir que alguno de los que han recurrido a su protección maternal, implorado su asistencia o reclamado su socorro, fuera por Ella desamparado”. Y cuando lleguemos al Cielo, rindamos eternas gracias a los méritos infinitos de Jesús y a las poderosas súplicas de María.

(CLÁ DIAS, Mons. João Scognamiglio in: “Lo inédito sobre los Evangelios”, Vol. III Librería Editrice Vaticana)

Texto completo: Comentario al Evangelio – XXI DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO - La puerta del Cielo